La mirada de Dios es distinta a la de los hombres

Los hombres nos dejamos llevar por las apariencias, lo externo, juzgamos, criticamos, rechazamos, discriminamos, miramos desde el odio, el egoísmo, la rabia, la tristeza, el rencor, la venganza, los celos, la vanidad, la lujuria, etc., etc.

Dios, siempre nos mira desde el amor. Pidamos a él que nos enseñe a ser como él y mirar a través de sus ojos.

Muchas bendiciones.

Johan Parilli

S/C Julio 2015

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